ni quiero que me odies

no quiero que me quieras
ya lo he querido tanto
y tanto he derramado
por ti mi amargo llanto
que el corazon que solo
para tu amor vivia
al fin se ha rebelado
contra tu tirania
ni quiero que me odies
por que tu no sabrias
que odiar tan solo sabe
quien supo de pasion
ya puedo vivir solo sin tus caricias frias
ya puedo vivir solo
solo con la alegria
de ver como ya es libre
mi pobre corazon.

en fin
ya dos años se han cumplido. y bueno pues aqui seguimos. no fueron dias faciles pero como buenos cirqueros: "la funcion debe de continuar"
y debemos seguir a pesar de lo que pase... oh hasta que el buen presentador celestial nos llame por fin a la funcion estelar aya lejos muy lejos
aunque a uno no le gustaria recordar esto, por alguna razon se debe rememorar ciertas cosas
y fue presisamente ya hace 2 años cuando tuve que despedirme de alguien a quien amaba mucho.
en su momento no lo entendi
y me dolio bastante
por que cuando pasan estas cosas siempre digo a la vida "si soy tan pobre ¿por que me quitas tanto?" pero bueno en esto que llamamos vida por desgracia hay papeles que debemos de cumplir nos gusten o no
y habia tanto que hacer en esos dias.
nunca he culpado a nadie por ser un poco egoista y buscar siempre su felicidad, pero si en su momento me enoje mucho, por que yo buscando la felicidad y la vida me la habia negado.
y sin querer la vida me tenia otro plan...
y se tenia que cumplir.
y bueno, quizas de haberse dado lo que mas queria en el mundo, la tan anhelada felicidad hubiera dejado sola a mi familia... cuando mas se me nesecitaba, cuando mi cuñado se murio.
pero aun asi siento que fue injusto que a quien ame, me hubiera atacado tanto. no le culpo ni me enojo. total, debemos perdonar las afrentas de quienes amamos, como cuando una madre ama a un hijo delincuente. amar aunque nos lastimen.
ojala la vida no me hubiera alejado de aquellos que ame, pero hubiera sido peor quedarme a amar y que me lastimaran
siendo un ami...esa cosa
a veces es mejor alejarnos de aquello que amamos
para que puedan ser felices
aunque nosotros no puedamos (ni quieramos) ver esa felicidad